Derecho Bancario - Productos Bancarios Complejos

Una gran mayoría de nuestros bancos vienen incumpliendo de forma abrumadora y casi sistemática las directivas europeas que exigen unos niveles de información a los usuarios de productos financieros muy rigurosos.

Esta indebida praxis bancaria, los lleva a tener que restituir a sus clientes en los derechos conculcados y con ello, a devolverles los importes percibidos ilegalmente, con intereses.

La cuestión se centra en el hecho de que hay que acudir a los Tribunales de Justicia para reclamar, porque las entidades financieras no reconocen nunca sus violaciones de ley y han de ser los jueces quienes les condenen a ello. Por tanto, quien no reclama, pierde.

Productos Bancarios Complejos

Es esencial conocer la clasificación que existe de los productos de inversión, en dos grandes grupos

  1. Los productos no complejos, que son aquellos que cumplen todas y cada una de las siguientes características:
    • En general, siempre es fácil conocer su valor en cualquier momento y hacerlos efectivos.
    • El inversor no puede perder un importe superior a lo que invirtió inicialmente.
    • Existe información pública, completa y comprensible para el inversor minorista, sobre las características del producto.
    • No son productos derivados.
  2. Los productos complejos, son aquellos que no cumplen con todas o alguna de las características anteriores e implican un mayor riesgo para el inversor y suelen tener menor liquidez, muchas veces no es posible conocer su valor en un momento determinado y, en definitiva, es más difícil entender tanto sus características como el riesgo que llevan asociado para una clientela sin formación ni experiencia financiera. Entre estos productos complejos se encuentran todos los derivados financieros (swaps, bonos convertibles, futuros, opciones, ,,,) que son los de mayor litigiosidad.

La mayoría de los bancos, colocan a los clientes minoristas y conservadores estos productos que son inadecuados para ellos, sin que se facilite una información clara, comprensible, suficiente y con antelación a su contratación. Esta información suele brillar por su ausencia.